Tonucci: un far de l'educació

Francesco Tonucci sempre ha estat per a mi un far de l'educació. Una persona que argumenta coses que a vegades els mestres només intuïm. A vegades creiem que una manera de fer les coses, d'enfocar els aprenentatges, de tractar els infants ha de ser la correcta, però no acabem de saber per què. I llavors un bon dia escoltes una xerrada del Tonucci i veus que ell t'explica el perquè i et referma en les teves creences i metodologies.
I aquest és el cas d'avui. M'ha arribat, a través de les xarxes, un fragment d'una xerrada que Tonucci va fer dins del cicle de conferències "Aprendemos juntos" de BBVA-El País, una xerrada del setembre del 2018.


Aquí teniu la transcripció (el subratllat és meu):

Hay una viñeta mía donde el maestro dice: “Del libro que habéis leído tenéis que hacer un resumen del primer capítulo, una ficha sobre el protagonista y buscar diez palabras difíciles”. Y la niña lo mira y dice: “Y pensar que me había gustado”.
Esta es la gran denuncia que yo llevo. Leer es uno de los regalos más grandes que la escuela puede hacer a nuestros hijos. Después de algunos años de escuela tenéis que evaluar cuantos son vuestros alumnos que por regalo a los padres piden un libro. Estos son los niños que aprendieron a leer. 
Leer para descifrar textos no me interesa. Es una banalidad. En Italia es impresionante. Hay un porcentaje muy alto, creo que más del 50% de la población que no lee ni un libro al año. Y todos pasaron por la escuela, por lo tanto, todos aprendieron a leer… ¡No aprendieron a leer!
Aprender a leer significa aprender a gozar de la lectura, a necesitarla. Esto por ejemplo para mí ya sería suficiente. Y digo siempre: si pasáis a los niños las ganas de leer, no pido más. Porqué si les falta algo, lo van a buscar.
Y con esta misma actitud me gustaría que pasara en los otros temas. La escuela sigue teniendo un abanico demasiado estrecho de propuestas. La propuesta de la escuela más o menos es: Lengua, Matemáticas, Ciencias. Y poco más. Y de toda manera, si hay algo más no cuenta. El éxito escolar se decide sobre esto. O casi sólo sobre dos: Matemáticas y Lengua. Un alumno que tenga buenas notas en Matemáticas y Lengua no tiene peligro de tener problemas.
Esto prácticamente excluye a todos los que nacieron para ser artistas, para ser artesanos, para ser investigadores… Porque no sólo algo que es más bajo, también lo que es más alto no está incluido en la escuela. 
Yo siempre fui un buen dibujante. Tenía diez en Dibujo siempre. No le interesaba a nadie. Como tenía problemas con Matemáticas, yo viví siempre con un miedo espantoso de no llegar al final de año con la suficiencia. Por suerte siempre lo conseguí, pero sufriendo, llorando…Bueno…pasé con los binomios… No os cuento lo que pasé… Porque me decían: “No te preocupes si no lo entiendes. Estúdialo y después lo entenderás”. Tengo 78 años. No lo entendí. Lloré mucho y me siento traicionado.
Y creo que esto lo están viviendo muchos niños, por lo cual frente a esto ¿qué puedo decir? Que la escuela tiene que darles cosas que los niños puedan reconocer como suyas. La lectura, la escritura… No digo que no. ¡Sí! Pero de esta forma: aprender a escribir para escribir, no para demostrar que sé escribir, no para pasar un examen… Para escribir a alguien, para escribir para mí mismo, para escribir una poesía, para escribir mi diario.
Por esto me gustaría que en la escuela las propuestas fueran muchas. Y que tengan todas un mismo respeto.

Fa temps que penso coses com aquestes: que els nens han d'aprendre a llegir, llegint. I a escriure, escrivint. I que per tant, cal que llegir i escriure sigui una tasca plaent, interessant, emocionant, creativa, compartida, reconeguda, útil... Intento que els alumnes s'ho passin bé llegint, intento encomanar-los l'emoció que sento jo llegint. Intento que disfrutin escrivint, que es diverteixen, que es sorprenguin, que s'adonin que escriure els capacita per expressar les seves emocions, per comunicar-se, per jugar, per divertir-se...
Si els alumnes troben tot això en la lectura i l'escriptura, no cal fiscalitzar-les, no cal examinar-les... No m'agrada posar un examen d'un llibre. Gens. M'agrada gaudir-lo, analitzar-lo, teatralitzar-lo, buscar informació, posar-nos en la pell dels personatges... Si fem això, no necessito cap nota. Sé que l'han gaudit, l'han entès i hem posat un maó més perquè tinguin ganes de llegir-ne un altre.

Us deixo amb un decàleg d'idees-clau del Tonucci d'un altre article en el que també m'he vist molt representat:

1. El tiempo libre en la infancia ha desaparecido, todo su tiempo está ocupado, empleado en algo o dedicado a algo.
2. El juguete más bonito e importante es la arcilla, porque no es nada y se puede convertir en todo.
3. El verbo jugar no se puede conjugar con los verbos acompañar, controlar y vigilar, sino con el verbo dejar.
4. A diferencia de los adultos, a los niños lo que más les interesa es el trayecto, todo lo que puede pasar durante el “viaje”, y lo que menos, llegar.
5. La educación tendría que tener por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana.
6. En lugar de aulas y espacios vacíos e inútiles, la escuela tendría que estar distribuida en laboratorios y talleres diferentes dedicados a actividades específicas.
7. A menudo se juzga como incapacidad un simple retraso o una manera diferente de enfocar un problema, de hacerse una pregunta o de darse una respuesta.
8. Para aprender a vivir bien es fundamental aprender a esperar a los rezagados, ayudarlos a recorrer el camino, hacerse cargo de ellos.
9. Los juegos deberían ser los deberes para casa.
10. Los únicos que conseguirán cambiar la escuela, incluso a corto plazo, son los maestros.